sábado, 5 de septiembre de 2020

¿Tiempos modernos? Ana Lúcia Falcão

Posted By: LETRADUCCIONES - septiembre 05, 2020

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El término “moderno” se opone a lo antiguo, y traspasado.  A partir de él, pensamos en algo que nos sitúa en relación a un pasado en el cual se hallaban determinadas prácticas, formas de accionar, etc. Fue alrededor de ese concepto que retomamos la conceptualización de Marshall Berman. Según este autor: “Ser moderno es vivir una vida de paradojas y contradicción. Es sentirse fortalecido por las inmensas organizaciones burocráticas que detentan el poder de controlar y, frecuentemente, destruir comunidad, valores, vida y aún sentirse compelido a enfrentar esas fuerzas y luchar para cambiar su mundo, transformándolo en nuestro. Es ser al mismo tiempo revolucionario y conservador: abierto a nuevas posibilidades de experiencias y aventuras, aterrorizados por el abismo nihilista al cual tantas aventuras modernas conducen con la expectativa de crear y conservar algo real, aun cuando todo alrededor se deshace…para ser moderno es preciso ser antimoderno[1]”. Más que en tiempos “modernos”, vivimos en un tiempo en el cual hay un salto del instante de ver hacia el momento de concluir, con la forclusión del tiempo de comprender. Tiempo líquido, tal vez, efecto de un mundo informatizado, todo el mundo relacionado, conectado y – simultáneamente- todo el mundo desconectado, desenlazado. Tiempo de la precipitación y de la anticipación de las conclusiones sin elaboraciones, “des-subjetivadas”.

         Freud, desde el inicio, introdujo la pregunta de la sexualidad articulada al psicoanálisis. Tomó de Wilhelm Fliess la idea de bisexualidad. Fliess creó esa idea, aunque la comprendía bajo una perspectiva únicamente anátomo-biológica, ligada a la teoría de la periodicidad, combinación de períodos masculino y femenino. Para Fliess, “el sangrado menstrual de la mujer es la expresión de un proceso que afecta a ambos sexos, y cuyo comienzo se retrotrae hacia más allá de la pubertad…Demuestran que, fuera del proceso menstrual del tipo de 28 días, existe otro grupo de fenómenos periódicos, con un ciclo de 23 días, al que están sujetos todas las personas de todas las edades y de ambos sexos…las características se encuentran presentes tanto en el hombre como en la mujer, el hecho es francamente consistente con nuestra constitución bisexual…el desarrollo de nuestro organismo se verifica por ajustes y arranques que se dan en esos períodos sexuales, y que el día de nuestra muerte está determinado por tales hechos, tanto como lo está el día de nuestro nacimiento”. Para Freud, la bisexualidad estaba asociada a la esfera psíquica desvinculada del campo biológico. En la Carta a Fliess, del 6 de diciembre de 1895, él ya hablaba de la experiencia sexual prematura y de la “bisexualidad presente de todos los seres humanos”, y en El Yo y el Ello, habla de la bisexualidad constitucional. En la Conferencia XXIII, llama a la atención hacia el hecho de que partes del aparato sexual masculino están presentes en el cuerpo de la mujer, aunque en estado atrofiado. Subraya que lo masculino y lo femenino se mezclan en un individuo que presenta amplias fluctuaciones y resalta que “masculinidad y feminidad es una característica que escapa del alcance de la anatomía”. En el texto Sobre la sexualidad femenina, Freud resalta no haber dudas sobre la bisexualidad como una disposición innata de los humanos, que se presenta de forma más clara en las mujeres que en los hombres.

         Lacan, posteriormente, traerá el cuadro de las fórmulas de sexuación, a partir de las cuales se detiene más en las posiciones femeninas y masculinas. Es suya la frase “él no es sin tenerlo, ella es sin tenerlo”. Cualquiera, hombre o mujer, se puede situar en este cuadro, independientemente de su anatomía, en un lado o en otro, a partir de su posición masculina o femenina. No hay rapport sexual, no hay razón, relación, correspondencia entre uno y otro. Lo que hay es la relación de cada uno al falo. De un lado, la posición masculina en la cual hay goce fálico, goce del significante fálico, y, del otro lado, del lado femenino, existe el goce suplementario, el goce del Otro, goce más allá del falus, sin inscripción en el inconciente. Lacan se interesa en escuchar alguna palabra sobre ese goce más allá del falus que trae toda una diferencia que no debe ser borrada.

 

El niño y la sexualidad infantil

 

El niño es deseado y surge como falus para el deseo materno, una compensación fálica para la madre, dicen algunos autores. Él es, propiamente, introducido en el mundo a partir de un deseo de un Otro anterior. Luego del advenimiento del nacimiento, existe un primer tiempo en el cual el niño es completamente alienado al otro materno. Él es objeto a para el Otro materno y pasa, posteriormente, a tener esa relación interdictada por el ejercicio de alguien que ocupa la función paterna. Lacan utiliza la palabra E-patter, traducido por “paternizar”, asumir la función, atemorizar al niño ante el incumplimiento de la ley de interdicción del incesto, ocupando el lugar que es del padre, junto a la madre. Es necesario recordar el comentario de Freud sobre la relación sensorial, orgánica, de la madre con el niño; mientras que la relación con el padre es una relación siempre abstracta, “intelectual”, relación a ser construida. Además, acerca del padre, Lacan recuerda que no se trata del padre de la realidad, padre biológico, o de sus características, del status de relación de él con la madre, de la presencia física del padre junto al niño, de saber si se pone el delantal para lavar los platos, si es un hombre inteligente, un idiota, un intelectual, un flojo, si comparte democráticamente las tareas con la madre, o es un padre atemorizante.  No es de esto de lo que se trata el ejercicio de la función paterna, sino de la relación de la madre con la palabra del padre, si ella se la otorga o no.

 

La falta hace del niño, sujeto deseante.

         El niño es falicizado, libidinizado,  por aquellos que ocupan el lugar del Otro, y, en seguida, pasa a ejercer y vivir diversos juegos con su sexualidad, a partir de lo que serían, para él, sus diferentes objetos “a”: mirada, pecho, heces, voz, pene, etc. Freud nombraba al niño como perverso polimorfo y del cuerpo como erogeneizado, de las pulsiones parciales, “de diferentes lugares y regiones del cuerpo que, independientes unas de otros, tienden hacia el fin de satisfacción, y encuentran satisfacción en algo que podemos llamar el placer de órgano”. Freud: “Los genitales son los últimos entre estas zonas erógenas (...) Ni todos estos movimientos tendientes al placer son tomados en la organización final”. Freud recuerda las fases pregenitales: la primera, la fase oral; la segunda, aquella de los impulsos sádicos y anales (dientes, músculos, esfínteres). La tercera es la fase fálica, cuando el miembro del hombre toma un sentido destacado para ambos sexos. Freud entonces coloca lo que él llama “fase genital” después de la pubertad.

Los niños son “polimórficamente perversos”, y en eso Freud recuerda que no hay ningún juicio moral. Ellos tienen un largo período de exploración y descubrimiento de su cuerpo, de las zonas erógenas, sus primeros placeres. Se trata de una fase de investigación que habla respecto de la sexualidad infantil, no hay sexualidad genital, adulta. Esas vivencias y exploraciones de las potencias, de los vacíos, de los agujeros del cuerpo, son períodos en los cuales el niño construye sus fantasmas vivenciando diversas identificaciones. Vive sus deseos aún en proceso de indefinición. Es necesario cuestionar esa tendencia de querer tomar las experiencias de un hablaser aún en la infancia, como una posición definitiva. ¿No se trataría, entonces, de llevar a las últimas consecuencias o de inmiscuir las posiciones de la sexualidad adulta en un niño al afirmar: es homosexual, bisexual, heterosexual, travesti, etc.? Se trata de la saludable experimentación de los diversos abordajes del cuerpo y del placer, sus descubrimientos e identificaciones. A posteriori, en la etapa adolescente, adulta, esas experiencias podrán adquirir sentido y justificar una posición. Es necesario interrogar las experiencias radicales de clasificación frentes a las posiciones, identificaciones y vivencias de los niños.

El cuestionamiento principal sería acerca de una cierta corriente conservadora que excluye la existencia de la sexualidad infantil como momento libre del niño para vivir y hacer sus descubrimientos, sin ser encuadrado en los parámetros definitorios de la sexualidad adulta: bisexualidad, heterosexualidad, homosexualidad, transexualidad. El descubrimiento del cuerpo erógeno, de las zonas erógenas en la infancia, no estaría en este mismo tiempo, tiempo inicial, relacionada a una definición de una posición sexual ni a una elección de objeto. La interpretación de que un niño que juega o hace juegos con la ropa, los zapatos de los padres, es ya, por ejemplo, un niño homosexual, no toma en cuenta que esos son juegos con las insignias de los padres. Considerar a un niño homosexual sería una interpretación precipitada. Si, por ejemplo, un niño que nació después de la muerte de su hermanita, comienza a decir “soy nena”, la muerte de una hermana, las dificultades de los padres con el duelo de esta hija, pueden estar implicadas en esta posición de niño que nació después de esta pérdida. Pero si con esta palabra del niño, los padres ya piden autorización a la Justicia para cambiarle el género, las cosas tal vez se compliquen para él, que pasa a ser imposibilitado, de una cierta manera, de vivir ese fantasma al mismo tiempo que tiene su realidad fantasmática tomada como realidad material en un momento aún constitutivo. Esas actitudes son, propiamente dicho, un retroceso con cara conservadora.

Estas cuestiones son bastante comunes en nuestro cotidiano, y tenemos que incluirnos en ese debate.

 

 Traducción: María Teresita Pullol. Letraducciones

 

 

 

Bibiografía

Bernan, Marshal, Tudo que é sólido desmancha no ar. A aventura da Modernidade. Trad. Carlos Felipe Moisés e Ana Maria L. Loriatti. SP: Companhia das Letras, 2007

Lacan, Jacques . Seminário de 19561957   A Relação d Objeto e as Estruturas Freudianas .  tradução a partir do texto francês estabelecido por Cartel da Association Freudienne Internationale Porto Alegre :Associação Psicanalítica de Porto Alegre. Publicação para circulação interna

Masson, Jeffrey Moussaieff  Masson, Correspondência Completa de Sigmund Freud a Wilhem Fliess 1887 – 1904. Trad. Vera Ribeiro. RJ: Imago, 1986

Jacques Laberge, Da Angústia http://www.interseccaopsicanalitica.com.br/int-biblioteca/JLaberge/jlaberge_da_angustia_upld_3.pdf    12/02/2019

 



[1]  Bernan, Marshal, Tudo que é sólido desmancha no ar. A aventura da Modernidade. Traducción libre realizada para el presente texto


Para comunicarse con el autor:   albfpsic@gmail.com

 

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